Según Daniel Goleman, psicólogo y autor del libro Inteligencia emocional, el 80% del éxito en la vida estará definido por la inteligencia emocional.
Dejando el restante 20% a la inteligencia racional o intelectual.
Creo que mi maestra de escuela y mis profesores de colegio no le habrían dado crédito a Goleman. ?
Eran otros tiempos y el éxito estaba relacionado de manera directa con el desempeño en las aulas.
Un 80% es un porcentaje muy alto, que nos invita por supuesto a tener claro qué es la inteligencia emocional, para qué sirve en la vida y sobre todo y lo más importante: cómo podemos mejorarla. Y para mejorarla podemos seguir una ruta cuando las emociones aparecen, lo que algunos llaman una ruta emocional.
¿Qué es la Inteligencia emocional?
La inteligencia emocional poco tiene que ver con la capacidad que se tenga para manejar bien las matemáticas o las ciencias.
Tiene que ver más con la capacidad para identificar, entender y manejar las emociones tanto las positivas como las negativas.
Recordemos que toda emoción impulsa a la acción, así que se trata de ser inteligente al manejar las emociones propias y también las de otras personas.
Esta capacidad es heredada y también desarrollada a través del proceso de educación, es por esto que muchas personas sin mayor esfuerzo tienen un nivel importante de inteligencia emocional, recibida de sus padres o cuidadores.
Sin embargo hay buenas noticias, también puede aprenderse.
¿Para qué sirve la inteligencia emocional?
Ya sabemos que sirve para tener éxito en la vida, pero ¿cómo?
Tener un alto nivel de inteligencia emocional permite poder controlar las emociones, controlar impulsos y evitar estallidos emocionales o los también llamados secuestros emocionales.
Estos secuestros emocionales es reaccionar de manera poco adecuada, en un lugar poco adecuado.
Controlar las emociones no significa ahogarlas o reprimirlas, por el contrario, significa saber qué se siente y tener claro cómo se desea reaccionar ante esa emoción.
La inteligencia emocional permite también saber qué sienten los demás y cómo comunicarse de manera adecuada con estas personas, teniendo un alto nivel de empatía y entendiendo el punto de vista de las otras personas.
Ser inteligente con la gestión de las emociones implica autoconocimiento, saber qué es lo que se siente y poder identificar cómo influyen dichas emociones en pensamientos y comportamientos.
El lograr poder hacer esta gestión de las emociones, el poder estar tan presente con uno mismo permitirá de una manera más fácil:
• Conseguir metas
• Manejar el estrés
• Superar obstáculos
• Aceptar la crítica
• Mejorar relaciones interpersonales
• Mayor adaptación
• La integración en grupos
• Una mejor y más clara comunicación
• Mejor manejo de conflictos
Mejor salud física y emocional al controlar el estrés y ansiedad. Y algo de mucha importancia tener mayor capacidad para ser feliz.
¿Cómo mejorar la inteligencia emocional?
Se puede nacer con un alto nivel de inteligencia emocional, sin embargo también se puede aprender y mejorar, claro con mucho trabajo, con autoconocimiento y por supuesto una alta cuota de honestidad consigo mismo.
A continuación algunos pasos para mejorar el nivel de inteligencia emocional.
1. Identificar las emociones
Ser consciente de las emociones propias: saber si se está enojado, feliz, asustado. Parar un par de segundos y definir cómo se siente. Y cambiar de estado de ánimo de manera consciente.
Por ejemplo antes de gritar identificar el enojo, antes de llorar identificar la tristeza, antes de asustarte identificar el miedo.
Tienes el poder de poner pausa en tu vida 3 segundos y decirte “me estoy enojando”, “me estoy asustando”, “esto me pone demasiado feliz” y luego pensar cómo quieres reaccionar.
2. ¿Cómo queremos reaccionar?
También tienes el poder de decidir cómo reaccionar, no te dejes secuestrar por tus emociones, evita perder el control, ¿Qué buenas consecuencias te puede traer esa respuesta?
Y pongo de ejemplo el enojo, una emoción que suele causar daño.
En los típicos estallidos de enojo aparecen gritos, insultos, amenazas. Se dicen cosas que luego no se pueden borrar, se daña a las personas y también te dañas con el posterior arrepentimiento y la tortuosa culpa.
Un ejercicio para mejorar la inteligencia emocional
Como mencionaba arriba se requiere de autoanálisis y honestidad para mejorar la inteligencia emocional, y lo verás en el siguiente ejercicio.
Utiliza un diario, donde puedas anotar todas aquellas situaciones donde fuiste secuestrado por tus emociones. Cuándo sucedió, con quién estabas, qué sucedió, cómo reaccionaste, contra quién reaccionaste, cómo te sentiste luego de esa situación.
Se honesto contigo mismo anotando estos detalles ayudarán a empezar a poder en palabra tus emociones y cómo las estas canalizando.
Podrás con el tiempo empezar a identificar patrones: en qué situaciones se han dado y qué emociones se te descontrolan más.
Pide tiempo
Recuerda toda emoción impulsa a la acción, si ya eres capaz de identificar la emoción y necesitas tiempo para definir cómo deseas reaccionar, pide un tiempo, apártate de la situación y regresa cuando ya estés listo para reaccionar.
Y algo básico para empezar a gestionar las emociones
La manera en que pensamos y nos conducimos por la vida no es por azar, es el resultado de una construcción de años, donde se han recibido de manera inconsciente aportes positivos y negativos.
Así como está construida se puede remodelar. Tú tienes el poder de hacerlo. Si crees que necesitas ayuda pídela, no existe eso de “así soy yo”, esa es sólo una excusa para evitar cambiar.
Un abrazo enorme!!!
Laura
Deja una respuesta