Todas las molestias que se presentan en el proceso de adaptación al trabajo luego de las vacaciones suele llamarse depresión post vacacional.
Para algunos profesionales de la salud mental, la depresión post vacacional no existe como tal, pues no existe dentro de las clasificaciones de la depresión. No está contemplada en ningún manual de diagnóstico clínico, por lo tanto no existe.
Sin embargo para las personas que presentan las molestias del proceso de adaptación al trabajo luego de unos días de vacaciones, la depresión post vacacional debería de existir dentro de las clasificaciones de la depresión.
¿Quién no ha entrado en estado de ansiedad y tristeza el último día de vacaciones?
¿Quién no se ha sumido en tristeza los primeros días de trabajo luego de unas hermosas vacaciones?
En qué consiste la depresión post vacacional
La depresión post vacacional es el proceso de adaptación luego de estar fuera del trabajo durante unos días por vacaciones.
Se puede presentar en algunas personas, sin embargo no en todas.
Felices los que nunca han tenido estas molestias cuando regresan a su trabajo los primeros días de enero.
Sin embargo los que sí presentan esos síntomas que dificultan el proceso de adaptación al trabajo pueden llegar a tener:
Desánimo
Sensación de infelicidad
Ansiedad
Tristeza
Dificultad para levantarse por las mañanas
Sensación de irrealidad
Dolor de cabeza
Dolores corporales en general
Falta de concentración
¿Por cuál motivo aparece
la depresión post vacacional?
Aparece cuando se han pasado varios días de descanso, con horarios, comidas y rutinas más relajadas. Luego de días con mucho menos carga de estrés.
En las vacaciones se suelen olvidar las responsabilidades del trabajo, muchas de las actividades están en función de descansar, relajarse y disfrutar, algo que para algunas personas dista mucho de sus diarias rutinas laborales.
Luego de algunos días en pleno disfrute el regreso al estrés, responsabilidades, tareas, presas diarias y sobre todo el regreso a un trabajo que no satisface, genera la sensación de desánimo.
Éste estado puede durar de una a dos semanas, que es lo usual en un proceso de adaptación. Sin embargo si luego de dos semanas continúan los síntomas de desánimo y apatía sería importante que revises tu vida laboral y personal.
Puede que necesites ayuda antes de que tu salud mental y física empiecen a dañarse.
¿Qué se puede hacer para afrontarlo?
El nivel de desánimo que tengas al regresar de las vacaciones, estará muy definido por la motivación que sientes en el trabajo.
Una manera de poder afrontar el regreso consiste en dejar una lista de tareas para realizar. Dejar la lista en tu computadora y en el escritorio, que la encuentres de manera fácil cuando regreses.
Preferible tareas que no requieran mayor análisis, que contribuyan a empezar a retomar el ritmo que tenías antes de irte de vacaciones.
Claro esto es aplicable para aquellas personas que no pasan apagando incendios todo el día en la oficina.
Es posible que aquellos que sí pasan apagando incendios todo el día no tengan ni tiempo de pasar por un proceso de adaptación, lo cual tampoco es bueno.
Si tu motivación es buena no te constará regresar al trabajo o a la rutina.
Si tu motivación es baja, lo ideal es que revises tu vida laboral.
Sin embargo mientras te decides por hacerlo, acá te dejos unas ideas de cómo facilitar el proceso de adaptación.
Actitud positiva
Abundan las recomendaciones en Internet de qué hacer para afrontar ese desánimo que se siente hasta en los huesos cuando se regresa al trabajo, algunas recomendaciones tan básicas como “cambiar de actitud”.
Y no es tan básica pues yo la usé muchos años.
Recuerdo (porque también me pasó a mí y dejó de pasarme desde que trabajo por cuenta propia) que cuando regresaba al trabajo luego de las vacaciones pensaba en lo positivo que tenía la empresa y en lo positivo que tenía mi puesto.
Algunos aspectos positivos en los que pensaba eran en el salario, la experiencia que estaba teniendo, los proyectos que venían que me emocionaban, las personas que podía ayudar y en algunas amistades que tenía en la oficina.
Trataba de dejar de lado todo lo negativo. Sé que cuesta, puede que no exista tanto balance entre lo negativo y lo positivo de tu trabajo.
Puede que tu lista de puntos positivos sea pequeña y la de puntos negativos sea grande, sin embargo algo de positivo debe de tener tu trabajo.
Puedes hacer un esfuerzo para resaltar lo positivo. Si del todo no existe nada positivo, al menos ese trabajo te financiará la búsqueda de otro trabajo lo cual es positivo.
Actividades fuera de la oficina
Si tu vida consiste en trabajar y regresar a la casa a dormir, para luego levantarse e irse al trabajo, sin nada de por medio. Por supuesto que tu mente entrará en pánico cuando tengas que regresar a esa rutina luego de las vacaciones.
Piensa en alguna actividad que te guste, el objetivo es animarte, tener un motivador para luego del trabajo. Sentir que estás vivo.
Puede ser un objetivo de año nuevo. Desde hacer ejercicios, hasta leer un libro.
Piensa en algo que te motive y sobre todo pon en marcha un gran esfuerzo para no auto sabotearte justificando que no tienes tiempo o dinero.
Existen opciones de bajo costo si el dinero es la excusa: Internet lo resuelve todo, existen miles y miles de tutoriales.
Un abrazo enorme
Laura
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