Lo que somos hoy es el resultado de una serie decisiones que hemos tomado en el transcurso de nuestra vida.
No hay forma de dejar de tomar decisiones.
Si les ha pasado como a mí, algunas de estas decisiones no fueron las más acertadas y no se les guarda mucho aprecio
Al contrario otras han sido todo un éxito y han llevado a los mejores momentos de la vida.
Decisiones como la elección de una carrera, decidir aceptar una propuesta laboral, aceptar proyectos, decidir un cambio en la carrera profesional, o tan sólo escoger dónde ir de vacaciones o un nuevo corte de cabello, todas son decisiones que pueden salir bien o mal.
Toma de decisiones, una competencia
La toma de decisiones es una de las competencias que pueden ser evaluadas en un proceso de selección ya sea para un puesto nuevo o para un ascenso.
Esta competencia tan relacionada con puestos que implican cierto nivel de responsabilidad dentro de las organizaciones.
También se puede relacionar con la responsabilidad en la propia vida, sí, con tu vida, pues al final también tu vida es tu responsabilidad.
Así que podemos dejar de pensar en la toma de decisiones como algo que sólo aplica para personas en puesto de responsabilidad en una organización.
Para empezar a pensar en una competencia que aplica para la vida en general.
Sin embargo, no son pocas las personas que temen tomar decisiones.
Y no sólo en su vida profesional, si no también en su vida personal, reflejando de esta manera la falta de confianza, inseguridad y sobre todo un terrible temor a equivocarse.
En una sociedad donde la equivocación es vista como un fracaso y no como un aprendizaje, es más fácil delegar en otros la toma de decisiones, por que es más fácil delegar en otros la responsabilidad de lo que sucede con la propia vida.
Miedos e inseguridades
Una frase muy popular resume lo que es la certeza: “lo único cierto en la vida es la muerte”.
No hay certezas, tampoco seguridad en nada de lo que se haga, tampoco en los resultados que puede tener una decisión.
En la vida no hay Ctrl + Z
Cualquier decisión que tomes tiene consecuencias y no es posible saber para todos los casos cuáles serán esas consecuencias
¿Te irá bien en ese nuevo trabajo?, ¿tendrás mejores oportunidades con ese curso?, ¿será mejor empezar de cero?
Nunca tendrás respuestas a estas preguntas al menos que lo pruebes, que te animes y asumas la responsabilidad de enfrentar miedos e inseguridades.
Muchas personas suelen hacer muchas consultas a amigos, conocidos, parientes y casi nunca a expertos, antes de tomar una decisión, obteniendo diversos puntos de vista que sólo alimentan el miedo y la inseguridad.
Mucho de este miedo e inseguridad puede disminuir si consultas a expertos, si recabas información oficial, si consultas a medios serios que te ayuden a poder descartar entre las diferentes opciones que tienes para decidir.
Confianza y claridad
La confianza en uno mismo no es otra cosa que la seguridad y la creencia que tenemos de que podemos cumplir con una tarea, de que tenemos la capacidad para hacer algo.
Si NO te tienes confianza es por que NO te piensas capaz de hacer ese algo, o NO te piensas capaz de asumir de forma madura las consecuencias de una mala decisión.
Además de la confianza y seguridad de aceptar la posibilidad de cambiar de decisión, de aceptar la equivocación y buscar otro camino.
Puede que te cueste tomar una decisión, y no eres el único. No es algo que te sucede de manera exclusiva.
Muchas personas batallan todos los días con la toma de decisiones.
Los miedos e inseguridades alimentados por pensamientos irracionales, ahogan la confianza, destruyen la creencia de tener la capacidad para tomar una decisión y sobre todo el tolerar cometer una equivocación.
Te reto a que te animes a asumir tu responsabilidad, a creerte capaz, a tomar decisiones hasta en pequeños detalles como dónde salir a comer el viernes por la noche.
Toma tus decisiones pensando en:
- Mereces tener el control de tu vida, porque es tu vida.
- Asume tu cuota de responsabilidad, al menos si te equivocas fue por tu decisión no la de otros.
- Crea un proceso que incluya análisis de información si eres una persona racional, o escucha que te dice tu cuerpo si eres más emocional.
- La vida no es lineal, las decisiones tampoco, decisiones en tu carrera profesional o tu vida personal pueden cambiarse, no te aferres a una decisión sobre la cual no estas recibiendo beneficios o no te acerca a tu objetivo.
- Ten claro que es lo importante para ti, qué es para ti el éxito y en función a eso toma las decisiones.
- Ponte en primer lugar, ser egoístamente sano es sano. Y esto sólo significa ponerse en primer lugar, estar bien tanto emocional como físicamente para poder ayudar a los otros.
- Y sobre todo si piensas o sientes que la toma de decisiones, la falta de confianza, los miedos e inseguridades te sobrepasan, no los controlas y mantienes una batalla desde hace mucho tiempo con ellos, no sigas así, busca ayuda, es de valientes pedir ayuda.
Un abrazo
Laura
Camila dice
Hola Laura, tomé la decisión de dejar el departamento donde estoy viviendo a mi mejor amigo (pq ya no lo puedo pagar) e irme a vivir con mi mejor amiga, después de casi 8 años de vivir sola y de que me fui de la casa de mis padres. Hoy fui a acomodar todo y creo que estoy arrepentida de la decisión que tome, pero por otro lado necesito confiar en que por algo tome esta decisión, estoy muy confundida pero creo que leer este blog tuyo me ayudó un poco a saber que tengo que confiar en mi misma y que el cambio creo que me hará bien, espero ese miedo se vaya. Gracias por estas palabras que leí
Laura Vargas dice
Con mucho gusto Camila, también recuerde que toda pasa, las malas decisiones y las buenas deciciones pasan, sin embargo, confiar en uno mismo y que podrá asumir lo que venga es lo que queda.